Catedral de Salamanca

La Semana Pastoral de la Diócesis de Salamanca nos envía con un millar de peces de la Casa de la Iglesia a la catedral de la ciudad. El trabajo con el vicario de pastoral Poli Díaz y con los hermanos de Parresía son siempre una aventura. Os dejo la galería fotográfica del proceso de la "pesca milagrosa".

Había peces por todo el recorrido del envío: ...peces para dar la bienvenida en las escaleras de la Casa de la Iglesia, (Calatrava)...

(mil gracias a todos las personas que nos regalaron su tiempo y manos para ir a buscar, mover, colocar, recolocar, empaquetar, llevar cajas...)










...peces en la capilla de la Casa de la Iglesia...



... peces en el claustro, algunos juntos, otros separados, otros solos, de dos en dos, en fila, ordenados y desordenados, unos cerca y otros lejos ... y rezamos ...







... nos enviaron con un pez en las manos a la Catedral ...













El obispo de Salamanca José Luis Retana y el vicario de pastoral Poli Díaz encabezando la procesión de la multiplicación de los peces.


Todo preparado gracias a Antonio Matilla que nos abrió la puerta de la Catedral de Salamanca.
El altar de la Asunción de la Virgen se llenó de peces.



José Manuel, Inma, Raquel y Concha. El equipo que organizó la instalación y que lo hizo posible.


La Puerta de Reyes se abrió 




Cada uno ofreció su pesca







El altar esperaba preparado desde la noche anterior. (Los peces han dormido debajo del cimborrio al que tanto he preguntado cuando era pequeña... Sagarvinaga nos acoge) Gracias al personal de la Catedral y a los voluntarios que nos ayudaron a mover peces.



...no son todos los que son... ¡vamos a celebrar la vida! La ilusión de un año nuevo que deseamos de brotes verdes, de valentía y verdad. Todo eso y muchos más deseos y corazón están puestos en cada pez.






































Que no se cierren las puertas de las iglesias, que se abran los barrotes, que la verdad fluya y la libertad del amor del bueno ayude al hermano que no lo está pasando bien... y el dolor... y lo que está roto...






¡Cómo no iba a llevar yo ese pez! Con todo el alma y con todo mi ser. Con todo lo que significa ese pez. Uno de tantos pero único. Parecido a todos pero distinto. Nacido en tiempo distinto, de una matriz diferente, con una mezcla única. Un pez lleno de ilusión por el cambio, por los odres nuevos...







Se multiplicaron, movieron, se rezaron, gracias infinitas.





¡Más ilusión y abrazo verdadero no podía haber en esta foto! ¡Cuánta confianza puesta en tus manos!


El trabajo del día antes para que todo estuviera preparado. Espectacular Concha como siempre, no hay Jalón mas grande y nuestros super ayudantes.